Una vez presentadas las diferentes virtudes del Ternasco de Aragón es momento de entrar de lleno en la cocina y repasar cuáles son las mejores partes del esta preciada carne para asar. La respuesta a esta pregunta no es nada fácil, puesto que cada una de las piezas tiene un sabor único y contiene unas cualidades nutricionales irrepetibles, pero distinguiremos las necesidades del comensal para recomendar cómo debes sacarle el máximo partido a esta carne con Denominación de Origen, nacida y criada en el rico territorio aragonés. Coge papel y bolígrafo y anota, porque las conclusiones te serán de una gran utilidad.
-Si tu intención es comer Ternasco de Aragón al horno, sin duda la mejor carne para asar es la que del churrasco. Teniendo en cuenta a un único comensal te diremos que pesa 250 gramos y que es especial para un único plato, quizá acompañado con patatas o ensalada como guarnición. El horno cocinará está pieza íntegramente, tanto por fuera como en su interior, y el resultado será de una textura y un sabor únicos.
-Por otra parte, si lo que pretendes es comer Ternasco de Aragón a la plancha o a la brasa, te recomendamos que utilices para asar la pieza correspondiente al llamado Tournedó. Se trata de una carne que no se altera por las altas temperaturas que inciden sobre su superficie de manera directa, como ocurre cuando se asa una carne en la parrilla o sartén. Su forma de preparación debe hacerse al estilo del solomillo y el punto ideal de la carne es ‘poco hecha’ para aprovechar al máximo todas las cualidades y el sabor del Ternasco de Aragón.
-Finalmente, si tu interés es comer el Ternasco de Aragón guisado, lo mejor que puedes hacer es comprar la pieza del jarrete, el cuello o la falda troceada. El motivo principal es que se trata de carnes muy tiernas y suaves, tanto para el gusto como para la digestión. El fuego lento será clave en la forma de cocinar esta carne.
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